Si algo le faltaba a la nefasta
corporación Monsanto era un ejercito oficial de asesinos a sueldo.
Monsanto YA ES la corporación "Umbrella" de Resident Evil, pero en el
mundo real. Controla el suministro de alimentos, comparte financistas
con la industria farmacéutica y fabrica armas nucleares y biológicas.
Así lo revela un reporte de Jeremy Scahill para The Nation donde expone
que el ejército mercenario más grande del planeta, (conocido antes como
Xe Services y, más recientemente, "Academi").
El "servicio" criminal de inteligencia Blackwater fue vendido a la
corporación transnacional Monsanto. Tras incontables denuncias
internacionales por violaciones a la Ley, y habiendo adquirido fama por
sus masacres de civiles en Irak y otros países, Blackwater cambió su
nombre en el año 2009. No obstante, continua siendo el mayor contratista
privado del Departamento de Estado de Norteamérica, como una agencia
secreta de "servicios de seguridad" que practica terrorismo de Estado
dándole al gobierno la posibilidad de negarlo.
¿Por qué las cacerolas no sirven?
Political Blind Spot denunció que: "Muchos agentes de la CIA y ex
militares trabajan para Blackwater o compañías relacionadas, las cuales
buscan desviar la atención de su mala reputación y obtener cuantiosos
beneficios comerciales. Estos mercenarios venden sus servicios que van
desde información ilegal hasta inteligencia de infiltración, lobbismo
político y entrenamiento paramilitar – para gobiernos, bancos y
corporaciones multinacionales. Acorde a Scahill, los negocios con
Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como el Barclays o el Deutsche
Bank, se canalizan a través de dos empresas cuyo propietario es Erik
Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism
Research Center. Estos organismos comparten funcionarios y directores
con Blackwater.
Uno de los directores llamado Cofer Black, quien se hizo famoso por
su brutalidad como dirigente de la CIA, fue quien hizo contacto con
Monsanto en el año 2008 siendo cabeza de Total Intelligence. Monsanto
contrató sus servicios para espiar e infiltrar organizaciones de
derechos humanos, de animales, y actividades anti-transgénicas (además
de ejercer control sobre otras corporaciones biotecnológicas y
farmacéuticas).
La corporación Monsanto no sólo asesina personas con sus productos
químicos, sino también a balazos y mediante "accidentes". Sus victimas
son periodistas, activistas, políticos y cualquiera que suponga un
obstáculo para sus planes de expansión. Al ser contactado por Scahill,
el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto rehusó hacer comentarios, pero más
tarde se confirmó a The Nation que Monsanto contrató a Total
Intelligence durante 2008 y 2009, según la corporación "sólo para
efectuar un seguimiento de información pública, de sus opositores". El
ejecutivo de Monsanto también proclamó que Total Intelligence era una
"entidad totalmente separada de Blackwater". Pero Scahill tiene copias
de correos electrónicos de Cofer Black, emitidos luego de la reunión con
Wilson de Monsanto, donde se explica a otros ex agentes de la CIA,
utilizando casillas de Blackwater, que la discusión con Wilson decantó
en la suposición de que Total Intelligence se convirtió en "el brazo de
inteligencia de Monsanto", "para espiar activistas y otras acciones,
como integrar legalmente a estos grupos". Monsanto pagó a Blackwater
127.000 dólares en 2008 y $ 105.000 en 2009.
No resulta sorprendente que una corporación extensamente dedicada a
la ciencia de la muerte como Monsanto, que se dedicó desde sus inicios a
producir venenos tóxicos como el Agente Naranja, los PCB (bifenilos
policlorados), pesticidas, hormonas, semillas modificadas genéticamente,
e incluso la bomba atómica, se asocie con otra empresa de asesinos y
mercenarios.
Los inicios de la relación Bill Gates y Monsanto
Casi simultáneamente con la publicación de este artículo en The
Nation, la organización de agricultores orgánicos Vía Campesina reportó
que la Fundación Bill y Melinda Gates compró 500.000 acciones de
Monsanto, pagando más de $ 23 millones de dólares, lo cual es una acción
que destruye la mascara de "filantropía" . Otra asociación entre
criminales que no fue inesperada.
Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de patentes en
el mundo de la computación, además de promocionar y financiar campañas
de vacunación para laboratorios genocidas, y siendo responsable de
experimentación ilegal con fármacos en países subdesarrollados, mientras
Monsanto controla el 90 por ciento del mercado mundial de semillas
transgénicas y semillas comerciales a nivel global, habiendo fundado
Pharmacia, hoy de Pfizer.
En otras palabras no existen peores monopolios en el sector
industrial, ni tampoco tan vastos. La propia existencia de estas
entidades implica que la Tierra es subyugada por un régimen financiero
totalitario el cual es en si mismo niega el principio de "competencia de
libre mercado". Tanto Gates como Monsanto son extremadamente agresivos
defendiendo sus monopolios mal habidos.
Siguiendo ordenes de la familia Rothschild, tanto Gates como Monsanto
se dedican a destruir la agricultura orgánica en todo el mundo, lo cual
tuvo inicio, principalmente, mediante la "Alianza para una Revolución
Verde en África" (AGRA), que operó como un caballo de Troya para
privar a los campesinos africanos pobres de sus semillas tradicionales
sustituyéndolas por semillas transgénicas. Para ello, la Fundación
contrató a Robert Horsch en 2006, quien fuera director de Monsanto.
Ahora Gates obtiene grandes ganancias obedeciendo las políticas de
despoblación impulsadas por la banca sionista global.
Fuente: BWN Argentina
Fuente: http://canal311.com/index.php/noticias/item/263-monsanto-compra-blackwater